Un instituto reconvertido en campus tecnológico con HIMACS como punto de encuentro

El sueño del empresario neerlandés Barry Verdel era elevar su empresa tecnológica, Verdel Digitaal Partner, a otro nivel. Con el objetivo de construir un espacio inspirador para los negocios y también para sus empleados, Design & Meer, estudio encargado del diseño y producción, junto a VRP architects, aceptaron el proyecto de convertir un antiguo instituto en un centro de trabajo y campus dedicado a las tecnologías de la información y la comunicación. Así, el proyecto buscaba incluir materiales de alta calidad, como HIMACS, y la reforma de un edificio destinado, por un lado, a las oficinas de la empresa, y por otro, a un número limitado de viviendas donde sus empleados más jóvenes pudieran alojarse por un tiempo máximo de 7 años.

El edificio original, una escuela de secundaria ubicada en Países Bajos, constaba de diferentes espacios como aulas, gimnasio, auditorio, etc., y precisamente esta característica distribución fue lo que conquistó al propietario. “Queríamos que nuestra empresa también fuera una escuela. Al final, uno trabaja en un aula y es en los pasillos donde se reúne con otros compañeros para hablar o para hacer llamadas”, señala Verdel. Tan clara se tenía esta idea, que los colores originales de la escuela (amarillo, rojo, azul), y otros elementos, como las anillas del antiguo gimnasio que cuelgan ahora sobre el actual área de recepción, se han mantenido en el nuevo proyecto. 

En la entrada del edificio, pensada también como área de cafetería y reunión, se encuentra un gran mostrador realizado en el material de piedra acrílica HIMACS. Diseñado en la tonalidad Urban Concrete de HIMACS, la elección de este color grisáceo buscaba mantener las tonalidades del edificio original y a la vez combinar a la perfección con el verde corporativo de la empresa propietaria del proyecto, así como los elementos en madera incorporados para añadir calidez a los espacios.

Con un tamaño monumental de diez metros de largo, su pulida y robusta estética consigue atraer todas las miradas, y su extensa encimera permite el uso de este mostrador en HIMACS, tanto como espacio de recepción, como punto de reunión para los empleados. “Mucha gente se ha llegado a preguntar cómo hemos conseguido introducir un mostrador de semejante tamaño en el espacio, y precisamente ha sido gracias a que HIMACS permite uniones de diferentes piezas sin presentar luego ningún tipo de junta visible”, señalan desde el estudio Design & Meer. 

Esta característica tan especial del material, que para este proyecto ha permitido trabajar con 35 piezas y poder unirlas entre sí para crear un mostrador único y de diseño totalmente uniforme, también complementa las altas propiedades higiénicas de HIMACS. Y es que toda la superficie del mostrador está exenta de porosidades o textura, lo que evita la acumulación indeseada de suciedad, bacterias o virus. Precisamente por esto, este material solid surface es idóneo para proyectos en donde el paso diario de personas es constante. 

“Anteriormente hemos realizado bastantes proyectos con HIMACS y sigue siendo un material fantástico con el que trabajar. Gracias a las posibilidades de unión sin juntas visibles, podemos crear objetos de gran belleza, tanto para particulares como para empresas, en espacios donde nunca habríamos podido conseguirlos por su tamaño. En este proyecto, una vez más, hemos creado una auténtica joya”, añaden los responsables de Design & Meer.